Comienza el mes de septiembre y sin embargo este año nada es igual. El regreso al trabajo lo hacemos con mascarilla puesta y con el miedo de que se repitan los episodios que vivimos durante el estado de alarma. Pero si algo ha puesto en evidencia esta crisis sanitaria, es el papel del transporte de mercancías por carretera, que es (siempre lo ha sido) más que fundamental.

Nuestros conductores han vivido situaciones indignas y a pesar de todo han seguido al pie del cañón, porque el deber de las empresas de transporte era mantener el abastecimiento de supermercados, farmacias y hospitales y nuestro compromiso siempre ha sido firme. Gracias al esfuerzo de estas empresas y sus trabajadores, se ha evitado el caos en muchos momentos y esperamos que, tanto el Gobierno central como los gobiernos regionales, tengan en cuenta la experiencia vivida para evitar caer en los mismos errores en caso de que tuvieran que tomarse medidas severas de nuevo.

A pesar de lo que muchos piensan, nuestro sector ha sido uno de los que más ha sufrido las consecuencias de esta crisis. El transporte de aquellas mercancías que no se consideran esenciales ha quedado mermado, las dificultades para encontrar viajes de retorno han disparado los costes y en torno al 42% de las empresas se ha visto obligada a realizar algún tipo de regulación de empleo. Está en manos del Gobierno la supervivencia de tejido empresarial y confiamos en que se lleven a cabo las medidas necesarias para salgamos adelante y superemos una de las mayores crisis que nos ha tocado vivir.

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha trabajado con ahínco para lograr que el transporte de mercancías por carretera resistiera. El Comité Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) logró el compromiso del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (MITMA) para abordar reclamaciones históricas del sector y esperamos que las negociaciones sean satisfactorias para dar al transporte el empuje que necesita.

Entre otras cuestiones, el MITMA se ha comprometido a desarrollar un régimen sancionador a la morosidad en el transporte para penalizar los pagos por encima de los 60 días, a abordar la problemática de la carga y la descarga en una mesa tripartita junto a cargadores y transportistas, reembolsar los 200 millones de euros correspondientes a las cantidades a devolver por el céntimo sanitario o elaborar un Plan de Impulso a la Sostenibilidad del Transporte de Mercancías por carretera, materias que son imprescindibles para el progreso de nuestro sector y que han de ver la luz lo más pronto posible.

Nuestro sector supone un 4,8% del PIB, cerca de 600.000 empleos directos y más de 15.000 millones de euros vía impuestos a las arcas de Estado. Su papel durante esta pandemia ha dejado en evidencia que es irremplazable (para quien aún no se había dado cuenta) y fundamental para la recuperación económica.

Por eso, en la CETM tenemos la esperanza de que esto sea un bache en el camino y logremos superarlo entre todos.

Ovidio de la Roza, presidente de CETM.